Hoy debe hacer frío
en algún lugar de buenos aires,
y ella debe sentirlo
por
entre sus abandonadas piernas
y
sus delgadas manos
casi ajenas
cuando se despierta,
en desacuerdo con la muerte
todos los días
frente a la misma mañana,
en su pequeña habitación
siente como se estira el tiempo
entre páginas en blanco
y cigarrillos apagados
huérfana entre el mundo
piensa en infinitos bares cerrados
y habla de cosas imposibles
hacia la ventana
entre pequeños momentos de libertad
observándolo todo con sus extraños ojos
primitivos
quizá luego la veas bajar en el ascensor
con todos lo pecados capitales sobre su mano
derecha
y un cigarrillo mal apagado entre sus uñas
izquierdas
mirando fija y pausadamente,
hacia abajo,
guiñándole un ojo gastado al suelo
recuerda como a el le gustaban sus zapatos
negros
sonríe
decide entonces salir a la calle,
ebria de viento
y
con sus gestos soñadores
contra los ruidos del mundo
le resulta difícil olvidarse del otoño
con la rutina como un barro
sobre sus tacos
cuenta las mojadas baldosas de su barrio
mientras frío es todo lo que hay
y el aire se torna blanco,
ella, levanta la mano y para el colectivo
fiel
a tiempos grises
donde el fuego es ceniza
y el amor un escenario vacío
Alejandro Caputi 2007
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